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LA REGIÓN

Lucas Galdeano: «Trabajamos intensamente para darle a la abogacía el lugar que se merece»

El 1 de diciembre se eligen nuevamente autoridades en el Colegio de Abogado de Rosario (COLABRO), actualmente presidido por el doctor Galdeano y, una vez más basado en los hechos de su gestión, se postulará para continuar con el trabajo realizado estos últimos dos años.

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La entidad gremial que nuclea a los colegiados de Rosario tendrá el primer día de diciembre una nueva competencia electoral, donde se elegirá la continuidad de la gestión encabezada por el doctor Lucas Galdeano o una nueva opción que ocupe los lugares de decisión en la entidad de los profesionales de la ley.

El actual presidente del COLABRO pretende comandar una nueva gestión de 2 años en el colegio, precisamente, para poder darle continuidad a los avances y reivindicaciones que han logrado desde la mesa directiva para con la comunidad de los especialista del Derech0.

Si bien es la cuarta vez que el abogado participa del directorio que maneja las riendas de la institución gremial de la segunda circunscripción Rosario, es la primera vez que está al frente de consistente organización gremial de los letrados.

El referente del COLABRO sostuvo en una entrevista radial que, desde su gestión como presidente del Colegio de Abogados de Rosario, han «trabajado intensamente al frente del Colegio, recuperando la representatividad y los beneficios que nuestros colegas habían dejado de tener. Y lo más importante: darle a la abogacía el lugar que se merece«. Por lo que estas marcas en el período desarrollado lo afianzan como el candidato con mayor ventaja para el próximo 1 de diciembre.

Mundo Gremial Rosario decidió entrevistar, en forma exclusiva, al dirigente para consultarle sobre el nivel de responsabilidad que tiene al estar al frente de tan importante entidad y como se proyecta en base a los logros conseguidos en esta etapa.

 

— Doctor Galdeano, ¿considera que la gestión que llevó adelante en esta etapa habla, en términos de acción, de lo que podría ser su reelección en el Colegio de Abogados de Rosario?

— Trabajamos con una visión estratégica de dónde queríamos y qué queríamos hacer en cada paso con esta institución que nos tocó gestionar. Realmente estoy muy satisfecho. Logramos un nivel de relacionamiento con todas las instituciones y organismos con los que se vincula el colegio tan dinámico que nos permite poner muy rápidamente en agenda todos los problemas en los que antes era un abordaje discursivo. Y hoy se ha convertido en una herramienta práctica de solución. Por supuesto que no todas las respuestas llegan de forma inmediata. Está en la templanza de los que nos toca dirigir, saber encontrar el momento para plantear cada cosa. Pero realmente estamos con un colegio que posee un nivel muy alto en términos de la propia funcionalidad del potencial que tiene.

— ¿Cuál es la relevancia de llevar adelante una gestión, en parámetros resolutivos y de ejecución, que le permitieron posicionar y articular una entidad tan importante en la región como lo es el COLABRO?

— Históricamente, en el abordaje de qué es lo que hace el colegio, siempre existió una división entre un colegio fuerte con los organismos de poder o un colegio fuerte en lo gremial. Yo creo que nosotros encontramos ese equilibrio y una dinámica virtuosa entre tener una buena relación con una gran potencia, en términos de efectividad, y conducirla también en beneficio de los colegas. La oficina de la Superintendencia de Riesgo de Trabajo dentro del Palacio de Tribunales, lo dijo el propio superintendente, es la primera en el país que un Palacio de Justicia inserta dentro de sí mismo un organismo nacional como es la Superintendencia y las Comisiones Médicas. Eso sintetiza lo que es el trabajo que hubo detrás, porque yo te aseguro que hubo. Si te digo mil horas de reuniones me quedo corto, porque desde que nació el convenio, hasta que la Corte dispuso el espacio, hasta que el espacio se concretó, hasta que los empleados fueron designados, hasta que se inauguró, hubo un montón de trabajo. Y ese trabajo nos encontró a nosotros articulando esas relaciones, es decir, buenas llegadas al servicio de los de los colegas.

— ¿Qué significa para su gestión dirigencial y para usted como responsable de la cartera gremial que, como usted dice, los colegas se sientan representados?

— Para mí significa todo porque uno cuando asume la cantidad de horas que le dedica a la vida gremial, que son horas que uno invierte de su vida, de su tiempo, y es una actividad que es no rentada, lo que busca en definitiva es poder dejar un colegio mejor que el que tomó cuando asumió. Eso creo que es un objetivo largamente alcanzado. ¿Y, qué es ese colegio? Nosotros veíamos, y seguimos viendo, una cierta distancia en la percepción de algunos colegas o de algunos sectores de la colegiación de ¿qué hace el colegio por mí? Yo solamente pago las cuotas. Yo te aseguro que hoy el que no ve el colegio es porque no levanta la vista, porque el colegio prácticamente está presente o están presente en potencia en la vida de todos los abogados y tenemos capacidad de respuesta para todas estas demandas. Lo que no quiere decir que siempre, te insisto, la respuesta sea 100% favorable. Pero es un trabajo para hacerlo y hoy realmente la presencia del colegio se ve. Y muchos colegas lo han visto en sus casos individuales, porque el trabajo que se hizo respondió a una demanda que el colega tenía en su agenda o tenía muy visible muy cerca de sus ojos. Y otra responde a servicios y espacios que se generan, que no necesariamente son utilizados por todos, pero que son fácilmente visibles. Y eso genera la presencia y la sensación de pertenencia. Creo que nosotros avanzamos muchísimo en la creación de esa sensación de pertenencia, en el fortalecimiento de esa sensación de pertenencia. Sentir orgullo de que uno tiene un colegio que está y esa es una línea que no se debe abandonar en relación a lo que tiene que ser una política pública institucional para las futuras gestiones.

— En ese sentido, si usted pudiera ver el funcionamiento del colegio a una distancia de 10 años para adelante, ¿cómo se lo imagina?

— Yo me imagino el mejor Colegio de Abogados del país. Me imagino una entidad gremial con un nivel modelo, con un nivel de vinculación potenciado siempre al servicio de los colegas. Y me imagino una verdadera entidad gremial que sea líder en la región. Y todo lo que significa un gran trabajo, en algunos casos a raíz de la mayor fortaleza, convertido en un trabajo más sencillo. Y eso te lo explico muy sencillamente: hoy nosotros necesitamos de algunas reformas que se tienen que introducir por la vía legislativa y no nos resulta tan sencillo. Con un colegio más fuerte, más líder y mejor vinculado y relacionado podemos. Algo que hace a la esencia de la Razón de ser de los colegios, que es uno de las principales funciones estatutarias que propenderá a la mejora de la legislación, poder llevarla adelante de la mejor manera.

— Doctor, en el caso de ser elegido por la mayoría y volver a estar al frente de la entidad por dos años más, ¿cuáles serían los puntos fuertes a trabajar y seguir mejorando?

— Lo primero es que hay algunas deficiencias en el funcionamiento de la Justicia, algunas oficinas, algunos sectores de la liquidación a los cuales el propio Poder Judicial no les ha podido dar respuestas. Por ejemplo, la OPS Fuero Laboral, el Fuero de Familia, el Fuero Contractual. Estamos viviendo un momento histórico de un cierto estancamiento en la visión crítica de cómo se pueden alcanzar mejores estándares en el servicio de la Justicia. Y no sé si eso tiene un solo responsable. Los responsables somos todos y, justamente, creo que uno de los grandes responsables somos los Colegios de Abogados que hemos perdido la fuerza, el impulso para que esas transformaciones se lleven adelante. Eso en lo que refiere al servicio de Justicia. Y después, las propias transformaciones que están en camino producto de que esta agenda de estancamiento se está visibilizando debido a la agenda pública. En relación a la posible modificación de los miembros de la Corte, a mí me encantaría que algunos de los próximos miembros vengan de la colegiación. Para mí eso va a ser un logro enorme, es decir, que se reconozca a un abogado de la matrícula como un posible y que se lo incorpore dentro de la Corte Suprema de Justicia. Que las reformas legislativas que vengan tengan incorporado el sentido común que muchas veces los abogados le proponemos a las medidas que se toman. Que el sistema informático a través del cual nosotros liquidamos, recete todo el potencial que tiene la tecnología al servicio de todos los usuarios, no solamente hacer lo que se puede hoy, sino también tener en vista qué es lo mejor para hacer en el mañana. Y déjame decirte que todo lo que estoy planteando puede sonar en algún punto como áreas que no son de competencia del Colegio de Abogados en términos potestativos, porque lógicamente son decisiones que nosotros no podemos tomar, pero justamente ese es el argumento por el cual nosotros tenemos que seguir, porque somos los que mejor articulamos con los que toman las decisiones. Entonces, esas grandes transformaciones no se pueden tomar si uno tiene un colegio estancado o un colegio que discute cosas pequeñas. Nosotros estamos para discutir cosas grandes y estamos para enaltecer la abogacía de verdad.