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Estrenaron una nueva fábrica de computadoras y los gremios destacan el paso hacia la “soberanía tecnológica”

Se trata de la primera tras la suba de aranceles y creará más de un centenar de puestos de trabajo. Piden resolver los problemas salariales.

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El ministro de Economía, Sergio Massa, participó de la inauguración de una nueva planta de la empresa argentina Pixart, quien luego de firmar un acuerdo con Google, realizará exportaciones de notebooks a Latinoamérica. Se preve que esto ayude a bajar los precios, crear nuevas fuentes de trabajo y se amplíe la industria electrónica.

La compañía nacional realizó una inversión de más de 20 millones de dólares para las instalaciones con tecnología 4.0, colocando cámaras inteligentes y 36 robots que participan de todo el proceso que se encuentra automatizado. Además, se celebraron convenios con Qualcomm e Intel, para avanzar con la producción local de chips, en medio de un contexto internacional marcado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Respecto a la creación de nuevas fuentes de trabajo, desde Pixart confirmaron que habrá 10 ingenieros que manejen la planta desde una torre de control, mientras que en la planta habrá otras 10 personas como soporte de las líneas de producción. “Lo que más vamos a terminar tomando son unos 100 programadores para los modelos de las aplicaciones para los procesos”, informó Gabriel Ortíz, CEO de Pixart en diálogo con Ámbito.

Además, confirmó que de las 300.000 computadoras que ya tiene encargadas Google, 200.000 son para exportación a Latinoamérica. “Tenemos 2 líneas de producción de computadoras que nos permiten armar toda la máquina completa”, agregó Ortíz, quien destacó la la fabricaciones de componentes por sobre la producción de Chromebooks educativas.

Por su parte, el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, aseguró que existe una tendencia de desencentraliazción geográfica de las industrias, pero también una cuestión geopolítica. “Los contratos con los que firmó Pixart son todas empresas inoculadas en Estados Unidos, pero no tiene por qué haber una exclusividad. Para Argentina, si logra ser fabricante de chips, entra en otra categoría”.

Consultado por Mundo Gremial, el secretario general de la Unión Informática, Ignacio Lonzieme, celebró “todo paso que sea tendiente a la soberanía tecnológica, que es un concepto que seguramente se empezará a escuchar más”. En ese sentido, destacó la “capacidad humana y conocimiento” de los profesionales de nuestro país.

También consideró como “apresurada” la imposición de esos aranceles (de 0% a 16%) a los productos tecnológicos porque no estamos en condiciones de sustituir esos insumos”. “Es bueno que se ensamble y se produzca, pero no vamos a reemplazar tan fácilmente los chips”, agregó el referente gremial.

Para Lonzieme sigue siendo un tema preocupante de los salarios, ya que es “algo más complejo que no se resuelve”, y “lo mismo que los profesionales freelance o independientes que no entran en ese esquema” y que “hay muchos temas que también son importantes para incentivar”. Al respecto, propuso “generar un registro serio de los trabajadores de la actividad y que tengan un régimen laboral”.

Por último, se distanció del abordaje de la secretaría ya que “no termina siendo el adecuado”, porque hay que liberalizar mucho más y controlar, porque no se hace. «Es un sector que crece pero si no crece el software acá, es como que no germinen las semillas en el campo», opinó, para cerrar: «Tiene que llegar al sector industrial, al productivo y pensar en un plan más integral y macro«.

Cabe destacar que esta es la primera planta que abre sus puertas desde el aumento a los aranceles de computadoras y actualmente hay 6 empresas produciendo en nuestro territorio, con 1300 puestos de trabajo. Desde las cámaras empresarias, esperan que puedan llegar a 16 y con precios competitivos, aunque deberán realizarse nuevas inversiones y tecnología.

Por otra parte, el sector se mantiene a la expectativa de un posible cambio de gobierno que vuelva a poner en 0% los aranceles a las computadoras, lo que sembraba una incógnita respecto a las plantas ensambladoras como ocurrió en 2017. “Estaría bueno que vengan a conocer las empresas para ver si cambian de opinión”, indicaron desde el sector empresario.

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